Al habla el Capitán Blablá, puesto que un capitán está para hablar de los asuntos de vital importancia. Hoy quería compartir con vosotros el secreto que da sentido a este proyecto.
El campamento es para nosotros una de las actividades más esperadas del año. Es posible gracias al tiempo e ilusión de muchos voluntarios, que deciden embarcarse en semejante aventura. Pero también gracias a vosotros que nos acompañáis y sobre todo nos confiáis vuestro bien más preciado, vuestros hijos. Frente a toda la oferta de viajes exóticos y campamentos de verano, es de agradecer vuestra elección por nuestro proyecto.
El campamento de verano es una actividad que se desarrolla en el marco pastoral de la parroquia como culminación y continuidad del trabajo que se realiza en los grupos de catequesis durante el año. En ese sentido, tenemos mucha suerte de poder compartir este espacio de convivencia más cercana entre los grumetes y quienes los acompañan durante el año. Cada grupo durante el curso completa una etapa de formación, adaptada a su edad, que está incluida en un itinerario pastoral común. Todos los participantes, estén o no participando de este proceso pastoral, comprendemos y asumimos este presupuesto, tal como dicta la norma pirata.
Se trata de crecer como personas y profundizar como comunidad en la fe, formándonos toda la vida. Por ello, la actividad cuenta con un contenido atractivo, con una programación que atiende a los contenidos de la catequesis y las necesidades pedagógicas. Este año, durante nuestra travesía, trabajaremos con ellos metáforas de la Biblia que nos hacen crecer como cristianos, que nos acercan a Dios.
Vivimos en tiempos de incertidumbre (dificultades económicas, cambios políticos, guerras no tan lejos de nosotros...) que parecen signos de un mundo desordenado. En este contexto, queremos poder ofrecer un espacio de ilusión y disfrute, de celebración por todo lo bueno que tenemos, siendo conscientes de las dificultades que nos rodean y de los vientos y temporales que no siempre podemos controlar.
Nuestro proyecto se enmarca dentro de la comunidad parroquial y se sustenta por un principio compartido de servicio que nace de nuestro compromiso de fe. Se hace posible a través del equipo de voluntarios (monitores, cocineras, coordinadores...) que arreglas vacaciones y vuelcan sus esfuerzos para regalar su tiempo, cariño, cuidado, creatividad y alegría. Y crece desde la convicción de que la entrega desinteresada a través del tiempo libre puede cambiar el mundo que nos rodea, convirtiéndolo en un lugar mejor para quien lo habita.
Este año nos acompañan hasta 39 monitores, 8 cocineras y 5 coordinadores. Tenemos que dar gracias inmensas por todos ellos. Su entrega es un servicio a la parroquia, a la comunidad de Tres Cantos y a la sociedad, como compromiso de fe. Si tuviéramos que incluir todas estas cláusulas en un contrato laboral, no habría dinero para pagarlo. Son un testimonio para todos, que complementa la entrega generosa de vuestras familias.
Esperamos ser capaces de encontrar el mapa que lleva al tesoro en las aguas de Santiago de Aravalle, con ayuda de vuestros hijos. Pero algo me dice que parte del tesoro ya lo hemos encontrado antes de salir. Nos vemos pronto para embarcar en el "Patacoja"